Vivimos en una sociedad que avanza a pasos agigantados hacia lo digital. Pagos móviles, tarjetas contactless, transferencias inmediatas… Sin embargo, situaciones como el apagón de ayer en España nos recuerdan que el dinero en efectivo sigue siendo un pilar fundamental de nuestra vida cotidiana. Una herramienta sencilla, accesible y fiable que, cuando la tecnología falla, demuestra su verdadero valor.
En medio de esta crisis, Loomis, líder en la gestión de efectivo y soporte de cajeros automáticos (ATM), jugó un papel crucial. Gracias a nuestra eficiencia y previsión, más del 50% de las cargas de efectivo programadas se completaron antes del corte eléctrico. Este esfuerzo permitió que muchos ciudadanos pudieran disponer de dinero en efectivo cuando más lo necesitaban.
El impacto fue claro: aproximadamente el 80% de los cajeros automáticos quedaron fuera de servicio, debido a la falta de suministro eléctrico. Solo aquellos situados en edificios o centros comerciales con generadores propios pudieron seguir operando con relativa normalidad.
Ante esta situación, los equipos técnicos de Loomis desplegaron una respuesta rápida y eficaz: más del 70% de las incidencias se resolvieron de forma remota, minimizando desplazamientos y asegurando la restauración del servicio en el menor tiempo posible. Para los cajeros restantes, ha sido necesaria una intervención en persona, lo que subraya la importancia de contar con profesionales preparados para cualquier circunstancia.
Además, la demanda de efectivo ha experimentado un fuerte repunte. Los bancos solicitaron incrementar las cargas de sus ATM's en un 30% a 60% más de lo habitual. Este dato no solo refleja la creciente necesidad de efectivo en momentos de crisis, sino también la confianza que las personas depositan en este medio de pago cuando el acceso digital se ve comprometido.
El dinero en efectivo ofrece una ventaja única: su independencia. No depende de la electricidad, de una red de datos o de sistemas informáticos. Su disponibilidad es inmediata y su uso universal. En situaciones de emergencia, proporciona seguridad, autonomía y tranquilidad tanto a particulares como a pequeños comercios.
Desde Loomis, apostamos por un equilibrio entre innovación y tradición. Apostar por el efectivo no significa renunciar al progreso, sino complementar nuestras opciones para construir una sociedad más resiliente. El efectivo es libertad: permite elegir cómo, cuándo y dónde gestionar nuestro propio dinero, sin depender exclusivamente de soluciones tecnológicas.
Por eso, ahora más que nunca, es esencial que todos valoremos el papel del efectivo en nuestra economía. No solo como una herramienta del pasado, sino como un pilar del presente y del futuro. Tener efectivo disponible nos da poder, autonomía y, sobre todo, seguridad en un mundo lleno de incertidumbres.
¡Cuidemos y fomentemos el uso del efectivo como parte esencial de nuestra vida diaria!